La Batalla de Cutanda

junio 13, 2020

El mando del ejército almorávide lo ostentaba Ibrahim ibn Yusuf, gobernador de Sevilla y hermano del emir. Además de las tropas de su demarcación, en el camino hacia el Norte se fueron sumando contingentes militares procedentes de Lérida, Granada, Murcia, Valencia y Molina de Aragón, así como numerosos voluntarios, hasta completar un total de 5.000 jinetes y cerca de 10.000 infantes, según Ibn Idari.

Tan pronto como El Batallador tuvo noticias del avance del ejército almorávide, levantó el asedio de Calatayud y salió al encuentro del enemigo para tratar de interceptarlo. Aunque, según Ibn Idari, los efectivos aragoneses ascendían a 12.000 jinetes; esa cifra está muy sobredimensionada, siendo en todo caso menos de una cuarta parte de los atribuidos, más un número indeterminado de infantes.

Lo que sí que parece claro es que los almorávides gozaban de una clara superioridad numérica. Esa disparidad de fuerzas pudo llevar a Alfonso I a tratar de aprovechar el factor sorpresa para derrotar al enemigo.

Las consecuencias de la batalla de Cutanda no se hicieron esperar, cayendo en poder cristiano los valles del Jalón y del Jiloca, además de poner fin al aura de invencibilidad almorávide.

La recreación histórica constituye una de las fórmulas más eficaces para contribuir a la divulgación histórica. Gracias a ella es posible acercar al gran público episodios históricos del pasado, de forma amena y divertida. En este sentido, desde el primer momento este aspecto pasó a ocupar un lugar destacado en el Proyecto Batalla de Cutanda.

Imágenes de Escena 2019 por Asociación Batalla de Cutanda


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