Arenga de Alfonso I El Batallador

junio 13, 2020

Pocos reinados resultan tan apasionantes como el de Alfonso I de Aragón, monarca que hace honor como pocos a su sobrenombre “El Batallador”. Según la Crónica de San Juan de la Peña “non ovo tan buen caballero que veynte nueve batallas venció”.

El mayor éxito de su reinado antes de la batalla de Cutanda, fue la conquista de la ciudad de Zaragoza, acaecida el 18 diciembre de 1118, después de varios meses de asedio. La captura de la considerada como capital del valle del Ebro, marcó un antes y un después para el Reino de Aragón, que hasta ese momento estaba confinado al espacio de la actual provincia de Huesca y las Cinco Villas.

La caída de Zaragoza arrastró consigo la de muchas otras plazas (incluidas algunas tan alejadas como Alcalá de la Selva y Gúdar), provocando el desmoronamiento de la frontera musulmana al Sur del Ebro. El siguiente gran objetivo del Batallador fue la estratégica plaza de Calatayud, a la cual puso sitio durante la primavera del año 1120.

La reacción almorávide tras la pérdida de Zaragoza, se demoró por espacio de un año. No fue hasta el invierno de 1119-1120 cuando el emir Ali ibn Yusuf ordenó reunir un ejército para tratar de revertir la situación en el frente Nordeste, que se deterioraba con rapidez.


No es fácil saber si el objetivo de la fuerza expedicionaria almorávide era el de recuperar Zaragoza o presentar batalla al ejército de maniobra del Batallador, para impedir que pudiera continuar con sus conquistas. En todo caso, el ejército sarraceno y las huestes del Batallador se encontraron a la altura de Cutanda.

Imágenes de Escena 2019 por Asociación Batalla de Cutanda


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